Basque Culinary Center

En la sociedad de la abundancia, comer se consolida como acto social y eje del ocio, lo que en Euskadi no es hervor de un día. Ya hace décadas que el amor por los guisos de la madre se proyectó a bares y restaurantes, así como una inquieta escuela de cocina que es un referente en todo el mundo. Una gran plataforma hace de plaza a través de dos volúmenes, uno de carácter más público, más pétreo y horizontal y el otro docente, acristalado y vertical. Ambos conducen la mirada hacia el “sky line” de la ciudad, volando hacia el paisaje, y se conectan por debajo de la plataforma donde se encuentran sus funciones más mestizas.

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