Máximo esplendor del viejo Bilbao
Durante años, el Ensanche de Bilbao pasó inadvertido. Las cenizas y el hollín de la industria metalúrgica lo fueron cubriendo paulatinamente de gris, cuando atesoraba muy bellas muestras de arquitectura burguesa. Los propios bilbaínos no sabían reconocer sus atributos y miraban a Santander y San Sebastián con cierta envidia. Me pasaba igual. Recuerdo la sorpresa que me llevé hace años cuando vi a unos turistas, que entonces se contaban con los dedos de una mano, sacar fotos a edificios de este barrio. Leer más