Plaza del Puente Colgante

“La construcción tiene por misión sostener algo, la arquitectura se propone emocionar” Le Corbusier. Vers une architecture, Paris, 1923

El Puente Bizkaia sobrepasa la mera obra de ingeniería, erigiéndose como un elemento excepcional imprescindible en su emplazamiento urbano. En contadas ocasiones, objetos urbanos se hacen dueños de su entorno y ya no se puede entender sin él, esto ocurre con el Puente Bizkaia. En estos casos la arquitectura debe tener en consideración la continuidad del lugar, tomar en consideración las energías del espacio circundante y que las nuevas intervenciones intensifiquen la experiencia del lugar.

El principal objetivo es el realizar una intervención donde las nuevas edificaciones no compitan volumetricamente con el entorno y conseguir la puesta en valor del Puente.

A la vez, se pretende dotar a la plaza de una vida “estable” y que el nuevo espacio urbano sea un punto de referencia no solo en el municipio de Getxo sino en todo el gran Bilbao.

La forma del edificio es una respuesta a los aspectos singulares del emplazamiento. El planteamiento ha sido albergar el máximo de los usos en la planta de sótano, como si de un iceberg se tratara, intentando que en superficie emerja solo lo indispensable, dejando el máximo espacio libre y zonas verdes, logrando que en el lugar se den condiciones necesarias para crear ambiente.

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